
En el mismo instante de cruzar las puertas del aeropuerto de Tocumen te das cuenta que estas en un país ciento por ciento caribeño, y como tal, te sacude una bofetada de calor y humedad intensa, pegajosa casi mareante, sin el mas mínimo esfuerzo, una gota de sudor abundante se te escurre entre las cejas y te dices, esto no se cura ni con una chicha y menos con un suave y refrescante mojito, como no podría ser de otra manera el taxista es moreno como el buen tabaco, vendedor simpático como el que mas (oye hemano donde e que tu vaaaaa) tu inducido por la sensación le mandas un comooooooooo que automáticamente reaccionas diciéndole la dirección del hotel, montado ya en el carro, grande yanqui con buen climatizador, de una, empiezas a vislumbrar toda una carta de colores subidos entre verdes exuberantes i azules ennegrecidos de las nubes

siempre presentes, chorros intensos de luz fragmentan y acompañan todo el espectáculo, no puedes evitar una sonrisa a ti mismo diciéndote, ya he llegado, en el trayecto el chofer tabaquero te explica con más o menos claridad lo que se va viendo, sin poder evitarlo tú, le despachas una batería de preguntas más acorde de un vendedor de seguros de vida que de quien quiere instaurarse en la ciudad, entre mirada y mirada a lado y lado de la carretera, una autovía
castigada de alquitrán desgastado con sus correspondientes baches, algunos pasarían a categoría superior, el

trafico aumenta y sin darte cuenta te ves dentro de la ciudad que te recibe con una sensación de desorden visual que con el paso de los días le encuentras su significado, siempre teniendo en cuenta que estas en el caribe y mirando al pacifico, ya bien pasadas las doce am atraviesas el hall del hotel, no podría tener otro nombre Centroamericano, y te das cuenta que el gozo de cocer habas en la mayoría de las ocasiones es placer de publicista, ya ubicado, el buche manda un llamado y con ello tomas la primera cerveza Atlas, marca registrada y muy apropiada, y un bocadillo, emparedado de pierna, no hay mejor bienvenida para todo viajero que la señal de estar en el lugar adecuado, así se muestra siempre con una llovizna que agradeces a la vez que te susurra feliz estadía, si la lluvia es caribeña tiene por doquier de ser tormenta de media tarde que

oscurece completamente la luz solar anticipando el atardecer, agua a raudales sin compasión, cubriendo aceras y alcantarillas; Ya pasaron varias noches por lo que tu confianza aumenta si bien mantienes lagunas horarias y situacionales, vas al oeste cuando crees que te diriges al sur y viceversa, manifiestas en tu caminar mas sosegado y la mirada diáfana la cual te permite darte cuenta que, lo que parecía un complejo rompecabezas de calles y avenidas alfanuméricas empieza a tomar un orden en el no fácil trance de querer saber si la dirección es la correcta y ahora no solo es situacional si no también en el crisol personal, bien recibido es en esta tierra quien enjuaga su paladar de abuelo y desprende sonrisas de caminante a la mujer mulata bien saludada. (gracias Joscelyn)
3 comentarios:
Gracias por tus comentarios jfm, he visto tu blog zorita, le has metió escuditos y banderitas ehhh, esta bueno suerte
Ei, que passa xon !!!
Com estàs xaval, cada dia mes jove...
Bé, el nostre amic Luismi m'ha donat l'adressa i estic molt content que estiguis content !!!
Fes-me arrivar els "updates" del blog, així te contactaré de tan en tan.
jordifm@tinet.cat
Que xàligues !!!!
Des de Tortosa amb molt de "carinyo"
Jordi
Eppppppppp franquiiiiiiiiiiiiii collons quina ilu con estàs Jordi , aquí tens RSS per adjunta el teu outlook i rebre els articles con e-mail automàticament
una abraçada
http://idrojchaman.blogspot.com/feeds/posts/default
Moltes gràcies a tots ja tinc mig embastat el proper article, Arrabales Balbotescos
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