Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. Cien años de soledad, G. García Márquez

Traspiés tropicales y encuentros casuales

Adquirir la homologación para la mayoría de edad en el trópico pasa por degustar uno de sus cocteles más exótico, con todos sus ingredientes vitales, como base utilizaremos el calor, que lo mezclaremos mitad y mitad con sudor, le añadiremos con efecto chorro la lluvia y para el hielo utilizaremos cualquiera de los cientos de climatizadores que a toda máquina mantienen los ambientes cerrados a dieciocho grados, ya todo en la coctelera lo agitaremos con unas gotas del nuevo elixir viral y lo iremos tomando sin aprecio durante varios días en pajita, así conseguiremos la mayoría de edad tropical que se manifestara con un escandaloso resfriado de caballo a treinta y tantos grados a la sombra, si bien, para que la mayoría de edad tenga vigencia tendremos que añadirle un cuñito, un sello, y este no será otro que las causas del desplazamiento del amigo viral cuando pase de las vías respiratorias a las vías estomacales aportándonos la correspondiente descomposición, es decir, que si el resfrió de caballo no te dejo en la habitación del hotel, no te preocupes que te vas a quedar acojonado y no te alejaras más de tres metros del baño con la diarrea de hipopótamo que llevas puesta, bien o mal, todo tiene su parte positiva, has perdido media docena de libras de peso en un proceso que te ha mantenido en vilo durante casi diez días en los que al final de estos obtienes la homologación tropical no antes de ponerle la guinda al coctel, y esta será en forma de un corte nada profundo que te cruza todo el muslo de la pierna derecha. Ya con el coctel degustado y superado puedes continuar tu trayecto en el cual te haces una observación, me he ganado una buena mesa, así que te vas dirección casco viejo donde se encuentra un agradable restaurante Mostaza, que cocina de mercado en un horno de carbón leña, corvina a la plancha con arrocito blanco y todo aderezado con el escaso encuentro del aceite de oliva, en la espera que te sirvan recibes un regalo por el traspiés pasado, hablas por primera vez en tu lengua desde que saliste de Tarragona, y claro, para que sea regalo tiene que tener esencia, a si que sentado en la mesa ves a un personaje tarraconense conocido, y también con antiguas conmutaciones familiares, de tu incredulidad zamarreas tu cabeza mirando nuevamente, ahí comienza toda un charla tarraco-panameña de abundante emoción y de despedida un abrazo y un “Visca Nastic”. Ya comido te diriges a Cerro Ancón, la parte más alta de la ciudad donde se relatan bellos atardeceres, la poetisa Amelia Denis de Icaza escribió: - ¡Cuántos años de incógnitos pesares, - mi espíritu buscaba más allá - a mi hermosa sultana de dos mares, - la reina de dos mundos, Panamá! y tú descubres que estás justo en el lugar y las fechas donde las aves rapaces migran de norte a sur, se pueden llegar a contar en un día doscientas mil, así lo manifiestan los amigos de las aves Sociedad Audubon con quien tomas una charla distendida y amena en explicaciones de los recorridos migratorios de las rapaces de todas las Américas, mas entrado en la tarde tomas un taxi que inesperadamente continua ofreciéndote nuevos encuentros casuales, el taxista te dice de dónde eres, y tu le respondes de Barcelona, pues si te digo que soy de Tarragona no conocerás, comooo Tarragona, exclama el taxista, yo he trabajado en Dino Theo Atlantis, queeee!! Dino es unos de los amigos clientes con más de 20 años de tradición, así es de pequeño este nuevo mundo en el que vivimos hoy, lleno de contrastes mezclados de muchos ajetreos y pocos sosiegos y cuando menos te lo esperas te sorprende de vivencias y recuerdos de antaño a miles de kilómetros convertidos hoy en horas de distancia.

2 comentarios:

Unknown dijo...

Veig que tot bé. Apfrofito per desitjar-te, amb un petit retràs, moltes felicitats pel teu 45e aniversari. Una abraçada. Oscar

Anónimo dijo...

HOLA BON AMIC COMO DICES TU! ESTOY UN PELIN ATRASADA CON EL CORREO PORQUE EN MI CABEZA NO CABEN YA MAS IDEAS LO SABES BIEN. Y ADEMES MI PEQUE TIENE UN RESFRIO DE LOS FEOS ASIQUE TODO SUSPENDIDO HASTA QUE SU NARICITA SE DESPEJE NO PUEDO HACER NADA MAS QUE PENSAR EN EL. ME GUSTA VERTE Y LO QUE ESCRIBES QUE TODO SEA CON EXITO. TE QUIERO MUCHO
CAROL


México

Belize

Guatemala

Honduras

Nicaragua

Costa Rica

Panama

Adéu Panamà, sultana de dues mars

Tocumen 29.09.08, Paso Canoas 07.12.08

David, Chiriquí, apenas 50 km de panamericana para llegar a Paso Canoas, la frontera con Costa Rica, cuatro mil km panameños recorridos, llego la hora de la despedida y cierre de la magnífica etapa panameña.

Despedirse de un amigo no es fácil, pretender hacerlo escribiendo y dedicándolo aquellas personas que de la nada durante estos dos meses me han ofrecido desinteresadamente de su saber, de su sentir, de su calidez y también de su paciencia. . . siento que es más difícil, estampar esta tinta que la ya impresa de los diferentes artículos de mis vivencias panameñas, describir vivencias es como poner la moviola y no lleva la dificultad que aporta describir emociones y sentires personales. Permitirme pues, que me despida dejando constancia escrita de vuestros nombres, muchas gracias.

Melida de forma vital, nutricionista y mucho más que guardare con cariño entre nosotros. Esdelina de panamá tours, guía turística y ahora amiga capitalina. Jorge del hotel centroamericano, gerente y buen panameño, agradecí tus sabios consejos. Susana de Colón, me brindaste todo tu tiempo un día entero recorriendo tu ciudad. Karina, gracias por llevarme a descubrir kuna Yala. Pepe de Salamanca, de profesión ronero propietario de la licorería en av argentina. Stefanny, rápida y buena enfermera cuando me abrí la cabeza en Kuna, estudiante de turismo, se qué esperas leer que te escribo, un dulce y sosegado beso para ti. Nunca supe cómo te llamabas, pedias un balboa para la comida en un perfecto ingles, falleciste una madrugada en la acera del hotel dijeron que de enfermedad, Descanse en Paz. Manuel Rivas conocido como Arcindo, nunca olvidare la hazaña de cazar el perico, creo que tampoco a tu sobrina, flor de la selva, Zaida, en mi ciudad zaida es una conocida joyería. Iluschka, como decía la canción, tremendísima mulata de cien libras de peso, cual fueren las palabras que te dedicara seria desmerecerte, se feliz.

Empecé escribiendo Panamá recibido y saludado, continúe Entre arrabales balbotescos, me sane en Traspiés tropicales y encuentros casuales, me tosté en Comarca Kuna Yala, contrastes globalizados, disfrute las Cuarenta y tantas noches en tu corazón permíteme un hasta siempre, Ciudad de Panamá, me erice en Darién, espectáculo sin igual y les dejo con los Estragos de la naturaleza en Chiriquí y Bocas del Toro

Un fuerte abrazo. Dejen que siempre les lleve. Jordi