5:45 am depósito lleno, puntos de luz nacen del horizonte, tomas corredor sur, vial sobre el pacífico en busca de la panamericana, aquí es una estrecha carretera desgastada y adsorbida en muchos tramos por la densa vegetación, en aproximadamente tres horas has recorrido 180 km y llegas al punto de entrada de Darién, Agua Fría y el primer control de la policía donde te instruyen de como debes actuar durante tu estancia reportando todos los movimientos que realices, te indican que debes llegar a Metetí a 80 km donde tendrás que registrarte en el cuartel de la dirección nacional de fronteras, lo que no te dicen es que en el cuartel para obtener el registro y autorización de entrada pasas por una entrevista con la sección de inteligencia militar, si bien la situación te incomoda, el trato es correcto y al final un personaje vestido de civil, será por el incognito, te dicen, como usted sabe no le podemos impedir el paso, sea cuidadoso, y ya le hemos informado que es obligatorio reportarse, mañanas, mediodías, noches y también de todos sus movimientos dentro de la zona fronteriza, gracias señor, bien pasadas las 12 am llegas a Yaviza, y claro a reportarse sea dicho. Yaviza, un poblado de cien casonas de madera levantadas del suelo, calles estrechas algunas cimentadas y sus gentes amables de todos los colores, enseguida te ayudan para contactar con un barquero, Manuel Rivas conocido como Arcindo, y así poder recorrer los ríos con su panga, como ya se supone tú haces el trato para los recorridos (costear la gasolina, la comida, y una ayuda para él) y a la hora de partida no vas a ir solo, Arcindo trae su equipo de ayudantes, dos niños sobrinos suyos de no más de 10 años, ávidos en recorrer el río Chucunaque de aguas achocolatadas incluso a nado si es necesario, y su sobrina Zaida, desbordante sonrisa de tan solo 16 años, flor de la selva, todos embarcados iniciamos recorrido río abajo cuando Arcindo ve un perico, (mono perezoso) sin sentido para el turista perfumado de relec hasta las orejas, trepa el árbol, los niños agitados y Zaida intenta que veas el perico entre las tupidas ramas, no fuerces tu mirar por qué no lo vas a ver, el color del pelaje a tus ojos es igual al de las hojas y ramas, que hace! que hace!! exclamas, lo vamos a cazar, te dice ella, y en un momento ves al mono acorralado ya en la punta de una rama, Arcindo a más de diez metros del suelo suelta un machetazo y en forma bien sonara va cayendo la rama con el perico desde lo alto del árbol hasta depositarse encima de la panga, ahí está a menos de dos metros de ti, ahora si lo ves bien, además ves que no es tan perezoso y que se mueve con bastante rapidez hacia ti, acompañado de un fuerte gruñir, no te asustes, contén cuanto puedas en especial la calma y más todavía el equilibrio, pues en tal situación lo mas seguro es que tu, rama, perico y cámara acabes en el agua chocolate, yo, la salve, con toda la emoción no te has percatado de porque ha sido la caza, tú, ingenuo, piensas que para hacerte contento y obtener una buena gratificación, no amigo no, el mono se cazo para comer, y aun me cuesta creerlo, pero así es de real y extremo Darién. La mañana siguiente con toda la tripulación y alguna agregada tomamos rumbo a El Real, la historia cuenta que es el primer asentamiento en tierra firme del expolio español en el pacífico, un poblado que parece sacado de una novela de Alex Haley, lo más interesante es el rio en el que habita innumerable fauna lacustre, caimanes, boas, y cientos de aves zancudas para acabar de nuevo en Yaviza con una puesta de sol que te saluda y despide dirección La Palma, otro poblado darienita que bien podría ser Macondo descrito en Cien años de Soledad. De Darién no puedes irte sin antes haber visitado alguna comunidad indígena, yo en mi recorrido elegí Puerto Lara de etnia Wounaan y Emberá-Puru de etnia emberá ambas se rigen por un sistema comunitario de bienes, la actividad principal del hombre es agricultura y pesca y de la mujer, la crianza de los más pequeños y la elaboración de artesanía, ahora empiezan a creer en el intercambio turístico, en Puerto Lara me ofrecieron una cabaña inimaginablemente bonita, toda trabajada en madera a un módico precio, la verdad que uno queda completamente fascinado de ver personas que hablan en castellano apenas cubiertas de ropa y llenas de pinturas en sus cuerpos. Desde aquí mi más sincero agradecimiento por permitirme conocerles y ofrecerme su calidez y hospitalidad en unas horas de vuestro vivir sereno.
Espero disfrutéis el enlace fotográfico, muchas gracias por leerme. MUCHAS GRACIAS DARIÉN
http://picasaweb.google.com/idrojchaman/DariN#
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