Macondo era entonces una aldea de veinte casas de barro y cañabrava construidas a la orilla de un río de aguas diáfanas que se precipitaban por un lecho de piedras pulidas, blancas y enormes como huevos prehistóricos. Cien años de soledad, G. García Márquez


México

Belize

Guatemala

Honduras

Nicaragua

Costa Rica

Panama

Adéu Panamà, sultana de dues mars

Tocumen 29.09.08, Paso Canoas 07.12.08

David, Chiriquí, apenas 50 km de panamericana para llegar a Paso Canoas, la frontera con Costa Rica, cuatro mil km panameños recorridos, llego la hora de la despedida y cierre de la magnífica etapa panameña.

Despedirse de un amigo no es fácil, pretender hacerlo escribiendo y dedicándolo aquellas personas que de la nada durante estos dos meses me han ofrecido desinteresadamente de su saber, de su sentir, de su calidez y también de su paciencia. . . siento que es más difícil, estampar esta tinta que la ya impresa de los diferentes artículos de mis vivencias panameñas, describir vivencias es como poner la moviola y no lleva la dificultad que aporta describir emociones y sentires personales. Permitirme pues, que me despida dejando constancia escrita de vuestros nombres, muchas gracias.

Melida de forma vital, nutricionista y mucho más que guardare con cariño entre nosotros. Esdelina de panamá tours, guía turística y ahora amiga capitalina. Jorge del hotel centroamericano, gerente y buen panameño, agradecí tus sabios consejos. Susana de Colón, me brindaste todo tu tiempo un día entero recorriendo tu ciudad. Karina, gracias por llevarme a descubrir kuna Yala. Pepe de Salamanca, de profesión ronero propietario de la licorería en av argentina. Stefanny, rápida y buena enfermera cuando me abrí la cabeza en Kuna, estudiante de turismo, se qué esperas leer que te escribo, un dulce y sosegado beso para ti. Nunca supe cómo te llamabas, pedias un balboa para la comida en un perfecto ingles, falleciste una madrugada en la acera del hotel dijeron que de enfermedad, Descanse en Paz. Manuel Rivas conocido como Arcindo, nunca olvidare la hazaña de cazar el perico, creo que tampoco a tu sobrina, flor de la selva, Zaida, en mi ciudad zaida es una conocida joyería. Iluschka, como decía la canción, tremendísima mulata de cien libras de peso, cual fueren las palabras que te dedicara seria desmerecerte, se feliz.

Empecé escribiendo Panamá recibido y saludado, continúe Entre arrabales balbotescos, me sane en Traspiés tropicales y encuentros casuales, me tosté en Comarca Kuna Yala, contrastes globalizados, disfrute las Cuarenta y tantas noches en tu corazón permíteme un hasta siempre, Ciudad de Panamá, me erice en Darién, espectáculo sin igual y les dejo con los Estragos de la naturaleza en Chiriquí y Bocas del Toro

Un fuerte abrazo. Dejen que siempre les lleve. Jordi